Por: Tatiana Gómez Quiceno
Fotografía: Andrés Ángel
Desde los dos años de edad Juan Esteban Henao aprendió a montar bicicleta. En un día de sus vacaciones fue a visitar a su abuela materna en Quibdó, capital de Chocó. Este niño no tuvo miedo de empezar a pedalear sin ayuda de nadie, fue entonces cuando todos los vecinos gritaban eufóricos, “párenlo, se va caer, que verraquito para pedalear”… mientras tanto él continuaba sin parar.
Cumplidos sus cuatro años le pidió a su madre ingresar al bicicrós: “pasamos un día caminando por una pista y él me dijo que quería estar allá. A mí me daba susto, pero decidí apoyarlo” expresa Jacqueline Perea Molano, progenitora de Juan Esteban. Este pequeño pertenece al Club Las Águilas y asegura que su principal motivo para ingresar a este deporte fue la velocidad.
“Como era tan pequeño en todas las carreras llegaba de último, cuando estaba llegando a la meta salía la otra manga y él creía que era campeón, siempre salía feliz y me decía ´mami, mami soy un campeón´”, cuenta su madre.
Juan Esteban tiene 10 años de edad y ha pasado de la categoría Novato a Experto. Jacqueline dice con orgullo que ya ha logrado llegar de primero a la meta, por su parte Juan Esteban afirma que se ha enamorado de su bicicleta: “me gusta mucho estar en el bicicrós, amo mi bici”.