Pequeño en estatura, pero grande en liderazgo

Foto Wilson Valencia

Por Manuel Jaramillo Vásquez

Apenas tiene 13 años, pero habla y juega como si fuera un hombre mayor. Aunque nació en Venezuela, su acento es totalmente paisa, pues llegó a los siete años al municipio de Bello, lugar en el que empezó a forjar su camino en el Fútbol Sala.

En el barrio Altos de Niquía, Raifred vive con sus padres y su abuela, quienes al igual que muchos de sus compatriotas llegaron a nuestro país en busca de mejorar su calidad de vida.

Aunque este pequeño empezó a jugar fútbol en territorio patriota, fue en Colombia donde se dio cuenta que podía tener futuro con un balón en los pies. Por pedido de su abuela se inclinó por el fútbol sala y su calidad lo ha vuelto famoso en las calles y canchas de su barrio. El coliseo Tulio Ospina de Bello es como su segunda casa. Es por esta razón que en el Babyfútbol sala Mercado O.R. del Festival de Festivales se perfila como una de las grandes figuras.

Además de lucir la camisa número 10, Raifred también porta la cinta de capitán y lo hace con toda la responsabilidad que esto conlleva. Dentro del terreno de juego aporta calidad, pero sobre todo gallardía y liderazgo. Pese a su baja estatura, este niño no se achica ante los grandes desafíos y asumió con responsabilidad la labor de capitanear a sus compañeros en este Babyfútbol sala.

“Lo vemos como un líder, muy experimentado, para la edad que tiene sabe mucho en el futsala, nunca le baja al juego, siempre es el que nos sube el ánimo, nos apoya y cuando uno se equivoca en algunas cosas él corrige” aseguró Jerónimo Correa, arquero del equipo.

En la vida también asume el rol de capitán, pues está seguro que en algún momento va triunfar en el fútbol sala, su meta es jugar en Europa y liderar a su familia a mejorar su situación económica.