Autor: Laura Bayer
Cuando practicas tu deporte con mucha intensidad o terminas una competencia, debes encontrar la manera de descansar tus músculos para no sentir dolor o resentimiento en ellos al día siguiente. Para evitar este tipo de espasmos y lesiones está el estiramiento estático.
Consiste en tratar de que un músculo llegue hasta una determinada posición y mantenerla de 10 a 30 segundos. Cuando lo hagas debes sentir una tensión cómoda y suave. Quedarse en esta posición significa quedar estático, quieto como una estatua, para que tus músculos se relajen y se preparen para el descanso. Por esta razón siempre debes practicar el estiramiento estático al terminar de hacer ejercicio. Para comenzar el ejercicio puede ser mejor el estiramiento dinámico.
Además de estirarte después de tu deporte, también puedes hacerlo en cualquier momento del día; cuando te pares de la cama, cuando salgas a descanso en el colegio, al salir de bañarte. En todo caso, estirar mantendrá tu flexibilidad y es una práctica que puedes recomendar a toda tu familia.
El estiramiento estático hace que tus movimientos lleguen más lejos, nos evita lesiones musculares comunes como las torceduras y tirones, mejora la coordinación de movimientos, ¡puede ayudarnos hasta con un dolor de cabeza! Es una práctica sana de iniciación deportiva que genera una sensación agradable, compártela con todo el mundo.