Por: Luisa María Gallo García
“A Pirulo, pásele el balón a Pirulo” gritan varias voces en la tribuna y, respondiendo a esas demandas, la pelota llega a los pies del menor del equipo de Nariño, Cundinamarca. Cual tocayo del famoso exfutbolista y entrenador inglés, arribó al Parque Club Comfenalco Guayabal Steven Gerrard Sáenz Sánchez, con una estatura de 1.30 metros, asombrando con su destreza y precisión en la cancha.
“Pirulo, como esos bombones pirulitos, chiquiticos” dice uno de sus compañeros cuando se le pregunta el porqué del sobrenombre, añadiendo que “nosotros mismos nos ponemos los apodos, eso es una recocha todos allá en el hotel”.
‘El Tigre’, ‘La pulga’, ‘El Pibe’, entre otros, son algunos de los apodos que han recibido grandes futbolistas. ‘Pirulo’ no recuerda cuándo lo empezaron a llamar así, sabe que fue en el equipo porque en la casa lo llaman por su primer nombre. Quizá no logra traerlo a la memoria porque no anda pensando en cómo lo nombran sino, como él mismo dice, en “meter goles y en ganar”.
‘Pirulo’ juega también con ‘Guati’, con ‘Porrebombillo’, con ‘Juliomuelas’ y otros apodados del conjunto cundinamarqués. Con siete años, él sabe que quiere ser un gran jugador y lo que implica serlo… el sobrenombre ya lo tiene y la actitud también, no únicamente en la cancha, también al posar para las fotos.