Por Daniela Areiza Areiza
Hace siete años, mientras veía la final de Wimbledon entre Rafael Nadal y Roger Federer, Thomas se convencía de lo que quería para su vida. No le importó pasar más de cinco horas frente al televisor, en el tenis de campo encontró lo que realmente le apasionaba.
Thomas Cardona vive en la vereda El Colorado en Guarne, lugar en el que prevalece la agricultura y donde se ven las siembras rodeando a las típicas casas antioqueñas. Allí pocas veces se habla de tenis o se ve una raqueta, aun así Thomas siguió con su gusto por el ‘deporte blanco’ y decidió entrenarlo en Llanogrande.
Para él implica un desplazamiento de por lo menos una hora desde su casa hasta su lugar de entrenamiento, pero esto pasa a un segundo plano cuando se pone sus tenis y entra a las canchas en las que ha logrado importantes hazañas en sus escasos 11 años de vida.
Entre sonrisas, el número 2 del ranking nacional en su categoría, dice que ya perdió la cuenta de los campeonatos ha ganado, y asegura que ha conocido casi todo el país de cuenta del deporte que lo enamoró. Aunque está disputando una competencia con niños que apenas comienzan su camino, el recorrido que ha tenido lo avala, hoy es uno de los finalistas del 1° Babytenis de Campo.
“Thomy”, como le dicen de cariño sus conocidos, es consciente de que al ser un deporte individual, el tenis requiere de mucho más esfuerzo, por lo que diariamente se entrena para obtener excelentes resultados. “Necesitas tener mejor estado físico y buenos golpes”, dice.
Thomas ha sido campeón en Pereira, Cali y Medellín, además de haber logrado importantes resultados en Barranquilla y Bucaramanga, donde consiguió los puntos para estar en la parte alta del ranking nacional. Su meta es ser profesional y llegar a ser Top 10 en el Ranking ATP, dejando el nombre de su país en alto, en las competencias de tenis más importantes del mundo.