Autor: Rodrigo Pérez Ríos
Fotógrafo: Andrés Henao
La familia Alcázar, en Cartagena, es de renombre. Abuelo, tíos, hermanos, nietos y demás parentesco con el apellido los une la misma pasión: el béisbol. Jesús Daniel, el más pequeño, no dudó en continuar el legado.
Tiene 11 años y cursa séptimo grado en esa ciudad capital de Bolívar y uno de los centros turísticos más importantes de Colombia. Desde los cuatro años juega béisbol, en la categoría denominada ‘teterito’. Desde entonces, tiene una excusa para divertirse con la llamada pelota caliente.
A Jesús Daniel Alcázar le encanta el inglés. Según él, es su materia preferida en el colegio. Y sí que tiene cómo ponerla en práctica, pues la mayoría de los términos del “beisból”, como le llaman los costeños, son en inglés.
Admira a Julio Teherán, beisbolista que también es cartagenero y que actualmente es lanzador de los Bravos de Atlanta en las Grandes Ligas. “Me gustaría batearle un lanzamiento a semejante jugador y llegar a jugar profesionalmente”, afirmó.
Batea muy bien. Incluso en su debut en el Festival de Béisbol con el equipo de Comfenalco Cartagena, la novena de Talentos de Córdoba le hacía lanzamientos no efectivos como estrategia para evitar que bateara y conectara un hit. ‘Teterito’, el chico del barrio Las Palmeras, siempre sonriente, abraza a su padre y se despide, no sin antes agradecer la acogida de los paisas. Los Alcázar: una dinastía de buenas costumbres beisboleras.
Béisbol