Jhoiman Andrés Asprilla, con solo 11 años, ha encontrado en el voleibol no solo su pasión, sino también una manera de rendir homenaje a su familia y destacar con un estilo único que lo hace inconfundible en el Festival de Festivales.
Foto: Paulina Betancur
Por: Dairo Andrés Pérez Pabón
Jhoiman Andrés Asprilla Ibargüen lleva el voleibol en sus venas. Inspirado por su tío Yorley Robledo, un referente del voleibol antioqueño, Jhoiman empezó a asistir a los partidos de su tío, sintiendo cómo el amor por este deporte crecía en él. Hoy, representando a INDER Medellín en el Babyvoleibol, se esfuerza cada día para honrar el legado familiar en la cancha.
Lo que más disfruta del voleibol es la amistad, un valor que considera tan importante como la competencia misma. Pero si algo lo hace destacar es su cabello largo trenzado, un estilo único que refleja su personalidad y le permite brillar dentro y fuera de la cancha.
El reciente triunfo como campeones del Babyvoleibol tiene un significado especial para él. Dedica esta victoria a su tío Yorley, por su apoyo en cada paso; a su mamá Karina, por su amor incondicional; y a su abuela Zoila, por su cariño constante.
Jhoiman no solo juega voleibol en el Festival de Festivales; también construye sueños y refuerza los lazos familiares que lo impulsan a llegar cada vez más lejos. Para él, el deporte es mucho más que un juego: es una celebración de quienes lo inspiran y lo acompañan en cada saque, pase y remate.
