Este joven entrenador de judo, quien comenzó a practicar la disciplina hace 12 años, se destaca en el Festival de Festivales por su compromiso con el desarrollo deportivo de la región de Urabá y por su férrea humildad.
Foto: Camilo Zuluaga Builes Vélez
Por: Camilo Zuluaga Builes Vélez
Andrés Felipe Murillo, de 23 años, encarna, en el Festival de Festivales 2025, junto al equipo de dirección técnica de Apartadó, los ideales de la nueva generación de talentos en el judo que emerge desde el corazón de Urabá. “A mi me gustaría que por medio de este deporte, se den cuenta que en la región de Urabá hay demasiado talento para todo”, dijo Murillo, haciendo énfasis en el amor que le tiene a su región y en las grandes personas y deportistas que habitan en ella.
Andrés, quien ingresó al cuerpo técnico de la Selección de Apartadó a los 18, a construido un largo camino de la mano de su madre, la profesora de educación física e integrante de la dirección técnica desde el 2013 Orfelina Blandón, y mentores como Ana Almanza y Esteban Cuesta, que le han brindado apoyo incondicional a pesar de no haber podido asistir al Babyjudo, siendo indiscutiblemente una fuente inagotable de conocimiento. Juntos han forjado un equipo comprometido, pero sobre todo unido por una misma causa.
Así como guía hacia la luz a sus alumnos, Andrés también ha sido guiado, representado a Colombia entre el 2015 y 2020, y conquistado recientemente los Juegos Departamentales de Antioquia en la modalidad libre división -81kg. Sin embargo, para Murillo, el verdadero desafío está en el banquillo. “El entrenador es literalmente la luz en la oscuridad para el deportista”, reflexionó, siendo consciente de la responsabilidad que conlleva guiar a otros y de la carga tan grande que es cargar el peso de tantas ilusiones.
Más allá de los logros deportivos, su misión además de ser ambiciosa, es noble y corresponde a los valores de un excelente deportista y modelo a seguir. “Lo que uno quiere es salvar a muchos niños de la delincuencia”, expresó Andrés con convicción. Su sueño es expandir el judo desde Mutatá hasta Arboletes, llevando esperanza y oportunidades a través del deporte, porque aunque la incertidumbre siempre está, la añoranza de efectuar los ideales de sus alumnos es la única respuesta verdadera ante la duda.
Andrés, que encarna junto a toda la dirección técnica de Apartadó las consignas que los representan, muestra en el Festival de Festivales que el talento no pesa de la misma forma que el corazón y el compromiso para transformar no sólo vivos, sino también realidades a través del deporte.
