Fotografía: Andrés Ángel
Por: José Alejandro Calderón
Laura Sofía Franco tiene 6 años, su cuerpo sobresale unos escasos centímetros por encima de la mesa de juego, viene de Rionegro y representa a la Institución Educativa Eduardo Uribe en el Festival de Tenis de Mesa.
Practica tenis de mesa hace apenas hace 8 meses, comenzó en ese deporte motivada por Juan Jiménez, su entrenador. Él afirma que más allá de los resultados lo que más le llena es “ver la alegría de los niños y saber que están haciendo algo productivo.” Además reconoce que para él es muy importante que desde pequeños se familiaricen con el deporte, así como Laura Sofía.
Lo más destacado de Laura Sofía no es su revés, su volea o su saque, es su alegría y ternura dentro y fuera de la mesa de juego. No para de sonreír y se mueve enérgicamente hasta para recoger una bola del suelo. Se confunde, se distrae; sale corriendo en medio del juego para saludar a su padre que acaba de sentarse en la tribuna, se voltea para sonreírle a su mamá, deja caer la raqueta y requiere instrucciones para saber en qué momento debe ejecutar el saque. Sus ocurrencias rompen hasta con la actitud parca e inexpresiva de los jueces.
Más allá de su alegría, Laura muestra destellos de calidad, tiene un buen servicio y es capaz de regresar algunas bolas con precisión.
El set puede ir en su contra 10 a 0 y su actitud es siempre la misma, su entusiasmo parece inagotable, sonríe y abraza a su compañera de equipo, todo es alegría para ella. En la tribuna es igual, abrazos para su madre, su padre y su entrenador, quien no duda en decirle que en el Festival de Festivales “todos los que participan son campeones”. Sin dudas la pequeña Laura Sofía expresa con su forma de ser el espíritu del Festival.