El número 13 sonríe, se goza los batazos, los lanzamientos, las carreras, los errores y, sobre todo, los puntos, como ninguno en el diamante de béisbol en el Festival de Festivales.
Foto: Juan ‘Tuto’ Cardona
Por: Liseth Camila Durango
En el diamante de béisbol, la alegría en el dugout del equipo de Urabá no pasa desapercibida: el ruido, las risas, las caídas y la recocha son evidentes. En el Festival de Festivales, el equipo de Urabá transmite más que un gran talento y pasión, un goce por lo que hacen.
Juan José Banda Aguilar, o Juicioso, como le llama su equipo, es el primer señalado por el coach como el que más habla. Oriundo de San Pedro de Urabá, con el número 13 en su espalda, el mismo que lleva su jugador favorito, Ronald Acuña Jr, de los Bravos de Atlanta, viajó 14 horas para vivir la edición número 15 del Babybéisbol Gatorade con un talento y carisma que impactan.
Sus primeros lanzamientos y bateadas comenzaron a los 5 años, cuando iba a Chigorodó con el profesor Dago Berto Hernández a entrenar. Aunque lo considera un deporte duro y en ocasiones peligroso para practicar, el joven pitcher de 12 años tiene la determinación de seguir avanzando. Ha sido llamado por la Selección Antioquia en dos ocasiones y quiere seguir acumulando experiencias para ser profesional.
En este Festival, será su madre quien lo acompañará en las gradas, ya que su padre se encuentra fuera del país desde hace menos de un año. Sin embargo, las videollamadas diarias le permiten sentirse cerca de él, como si estuviera a su lado, brindándole el apoyo necesario para seguir disfrutando, riendo y siendo el artífice de la alegría del equipo de Urabá: el que comienza las charlas y el ruido que irradia felicidad, pero también el que trae una sonrisa amigable y tranquila en el campo.
Juicioso es otro sanjuanero que sueña, como su coterráneo el beisbolista Ruben Galindo Naar, ser profesional y ser otro colombiano en la MLB.
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