Con la fuerza de un remate y la pasión heredada de sus padres, representa a Hyper Volley, de Chía, en el Festival de Festivales, demostrando que el talento y el esfuerzo son un legado familiar.
Foto: Dairo Andrés Pérez Pabón
Por: Dairo Andrés Pérez Pabón
Emilio Morales lleva el voleibol en la sangre. Nacido en Bogotá, creció viendo a sus padres, Mauricio Morales y Mónica González, desplegar su amor por este deporte. Inspirado por ellos, desde pequeño comenzó a forjar su camino en la cancha, desarrollando una habilidad especial para el ataque, donde su altura y técnica lo convierten en una pieza clave de su equipo.
Representando a Hyper Volley, de Chía, Emilio ha aprendido de su padre los fundamentos del remate, refinando cada movimiento para sobresalir en el Babyvoleibol. Sus referentes son Andrés Piza y Yuji Nishida, jugadores que destacan por sus ataques potentes y precisos, cualidades que Emilio aspira a alcanzar en su carrera.
Su meta es llegar al alto rendimiento en el voleibol, participando en las grandes ligas de este deporte. Para Emilio, cada remate en el Festival de Festivales es un paso más cerca de cumplir sus sueños, pero también una oportunidad de honrar el legado de esfuerzo y dedicación que sus padres le inculcaron desde temprana edad.
En el Babyvoleibol Comfama, Emilio no solo representa a su equipo, sino también la esperanza de los jóvenes que ven en el deporte una forma de alcanzar sus metas, demostrando que con trabajo y pasión, los sueños pueden superar cualquier red.
Béisbol