Por: Paola Andrea Garzón
Si no está jugando, saltando o patinando no está feliz y aun así sabe que el deporte que está practicando debe hacerlo sentada y en silencio. Julieta Quintero es una mezcla entre la calma y la actividad pues a sus 7 años le gustan todos los deportes.
Su padre, Islen Quintero, la llevó a los 5 años al Inder en Envigado para la iniciación en donde los entrenadores de cada deporte la pidieron para cuando termine esta etapa y se pueda dedicar a entrenar uno de esos deportes de manera permanente. Hoy tiene 7 años y sus padres aún se sorprenden que le guste el ajedrez, un deporte de calma, pues Julieta siempre ha sido una niña muy activa, tanto así que desde los 3 años invita a su papá a competir en situaciones de la vida cotidiana como llegar en primer lugar a un destino o quien termine primero una actividad.
Esa competitividad la ha llevado a ser constante en las prácticas de ajedrez desde hace tres meses, tanto así que en la primera ronda del Festival de Festivales salió victoriosa contra su rival de 11 años. Cada jornada de juego las acompaña con su kit de patines con los que complementa su actividad física, aspecto que, según su padre, es importante para quienes practican el deporte ciencia pues les permite mayor destreza y desarrollo en las estrategias del juego, además de que en casa disfruta de la pintura y el dibujo, fomentando su creatividad.
Julieta es una niña determinada y, aunque ahora explora todos los deportes, tiene muy claro lo que quiere para su futuro. “Yo le digo que ella va a ser una astronauta o científica y ella me responde que no, que va a ser una gran deportista”, afirma su padre Islen.