Por: Juan Felipe Vargas Guarín
Era la tarde del jueves 9 de enero, me dirigí hacia el Parque del Ajedrez donde esperaba ver la sexta ronda del Festival Babyajedrez. Estaba un poco temprano, faltaba poco menos de una hora para que comenzara pero los alrededores de dicho espacio deportivo ya estaban llenos. Había niños comiendo, jugando y hasta durmiendo. Pero había una niña cantando algo sobre el algodón de azúcar que se veía muy feliz… un rato más tarde me daría cuenta que se llama Mariángel Montoya.
Ella tiene apenas 8 años y es una de las deportistas más destacadas dentro de su categoría. Todo esto se debe a que ya lleva un buen recorrido dentro del ajedrez, lo lleva practicando desde los 4 años. Lo conoció al ver a su padre jugando y se interesó mucho en la disciplina. Con una sonrisa algo pícara me dice que “en la casa Montoya se aprende primero a jugar ajedrez que a leer”… eso fue lo que pensé en el momento que me enteré que su hermana Gabriela, de 2 años, también sabe jugar. Verlas a las dos jugando es todo un show.
Mariángel es una niña muy activa, no solo disfruta del juego de alfiles y peones sino que también le gusta montar en patines y patineta, pero en definitiva su mayor talento está dentro de este deporte.
Me comenta que entre sus más grandes metas está que cuando crezca quiere ser una jugadora profesional y quedar campeona mundial, esto con el anhelo de conocer, enfrentar y vencer a su ídolo, el gran maestro internacional de ajedrez Magnus Carlsen.
Para la niña este no es su primer Festival de Festivales. El año pasado también participó y aprendió mucho. A pesar de que la sexta ronda no la ganó fue una partida llena de sentimientos y emociones, y está segura que lo va a dar todo para conseguir entrar en el podio de esta competencia.