De una cesta, nacen dos talentos

11 enero, 2019


Por: Valeria Celis

Mariana es introvertida, poco sociable y más callada; en el campo de juego se caracteriza por tener más fuerza que talento, por defender y aportar a su equipo buenas marcaciones. Isabella es más extrovertida, chacotera y carismática, en el juego se destaca en su habilidad por aportar más en ataque.

Su padre, Jorge Valdez, es quien las motivo a iniciar en el mundo deportivo, experimentando desde muy pequeñas diferentes habilidades como natación, patinaje y hasta ballet, pero ninguno de estos les gusto a totalidad, curiosamente ambas se apasionaron por el mismo deporte, el baloncesto. Su padre no logró convencerse de inmediato de que este deporte era el que les daría tantas alegrías como familia, sin embargo ellas recibieron su apoyo e incondicionalidad en hacer lo que aman. Desde entonces, Mariana e Isabella en cada partido, con pitos y vuvucelas, tienen a sus padres desde la tribuna.

La educación en su hogar ha sido la inculcación de cuidarse la una a la otra, no puede haber rivalidades y más al ser almas gemelas, entre calma y marea, ambas se complementan.

Estás dos cómplices de la pelota naranja llevan tres años en el Club Adida, equipos que les dio la oportunidad de aprender en el Festival mucho más de este deporte, al igual que compartir de una misma cesta, como hermanas y amigas en la misma pasión.