Por Carolina Cortés
Ella solía practicar fútbol, deporte que a muchos apasiona, pero que debido a una fractura en su tobillo y al temor latente de su madre de que sufriera más lesiones, Daniela Castrillón Salinas tuvo que retirarse de este deporte.
Vive en Tarso Antioquia, se la pasa entre las casas de su abuela Omayra Ospina y su mamá Viviana Salinas y acompañada de su amigo fiel “Niño”, un perrito, camina 15 minutos desde su casa hasta la escuela o la piscina de entrenamiento, pues decidió dedicarse a la natación como disciplina deportiva.
Las palabras que Hernán Cortés utiliza para describir a Daniela son disciplina, puntualidad y responsabilidad, características que él considera como elementales para determinar que alguien tiene o no potencial para practicar natación de alto rendimiento y que Daniela demostró que tenía desde el primer día que ingresó a clases con él, época en la que aún no sabía nadar.
Este deporte le ha dado la oportunidad de viajar a Concordia, Amagá, Santafé de Antioquia y ahora a Medellín. Sorprendida por la cantidad de carros que transitan, lo brillante de la ciudad en la noche y montar por primera vez en Metro, esta nadadora del equipo Natación Tarso, disfruta de viajar, de conocer nuevos territorios y de contarle a su abuela cada cosa nueva que conoce en los lugares que visita.