Por Estefanía Zapata Mardini
Hace doce años empezó el Ponybaloncesto, por lo cual se ha vuelto tradición esperar todos los años el mes de enero para que esta fiesta comience. Por cada Festival que se realiza pasan jugadores que comienzan su carrera deportiva gracias a este evento, tal es el caso de Daniel Pino, quien en el año 2008 participó en esta competencia.
Actualmente Daniel tiene 21 años y reside en los Estados Unidos, en el estado de Texas, practicando esta disciplina en el Milan College, combinando tanto la parte académica como la deportiva. Todo esto fue posible –dice él– gracias al entrenador y mentor Germán Ayala, quien ha participado también en la mayoría de torneos de Ponybaloncesto y que actualmente hace parte de la organización de esta misma competencia.
Daniel, quien antes de pisar una cancha baloncesto mostraba su talento en el futbol y según expresa “no lo hacía tan mal”, se enamoró del deporte de las cestas y agradece a este tipo de competencias como el Festival de Festivales porque desde ahí inició su carrera como deportista y esto le ha permitido ahora llegar hasta donde no se lo imaginaba: “el Ponybaloncesto fue la base que me motivó a amar este deporte, si no hubiese jugado esta competencia no estaría donde estoy, esos fueron mis inicios y es lo que más aprecio”.
El gigante de 2,10 metros de altura está de vacaciones en la ciudad de Medellín y que mejor plan que estar donde inició su carrera, apoyando a los más pequeños que quieren ser como él, e insiste en que este torneo sirve no solo para competir, sino también para crecer en valores y en muchas virtudes más que no se podrían obtener si no se jugara baloncesto.