Por: Valentina Herrera Cardona
En el equipo Madre Laura hay un elemento que resalta más que los uniformes. Se trata de los zapatos azules de Emmanuel Villada Suárez que, en su posición de central, coordina cada movimiento.
Al inicio de cada partido conversa con sus compañeros y se animan entre ellos. “Yo siento unos como nervios bacanos en cada juego, pero trato de disfrutar no importa si gane o pierda”, cuenta Emmanuel entre risas. Comenzó con esta disciplina hace dos años. Pero antes había pasado por las canchas de baloncesto. “Yo entrenaba Básquet con el equipo del colegio, hasta que me llamaron para voleibol y ahí me quedé. Seguí entrenando y ahora me gusta mucho más”.
Uno de los partidos que más recuerda es el primero que jugó: “Era el primer partido luego muchos entrenamientos y ese día confirmé que este era mi deporte”. Cuando no está en la cancha, es uno de los que más alienta desde el banco: aplaude cada punto a favor y anima en las fallas.
Para este joven deportista es supremamente importante la alimentación, con lo que es muy cuidadoso antes de cada partido. “Yo siempre como bien para sentirme tranquilo en los partidos”.