La sexta es la vencida

11 enero, 2023

Alegría con presea dorada, la despedida soñada de Alejandra Zambo.

Foto Mateo Arroyave

Por Mateo Arroyave

María Alejandra Zambo Rincón, la jugadora con más ediciones disputadas en la historia del Festival de Festivales, ve en su sexto Babyvoleibol la oportunidad de alcanzar la gloria eterna.

Claramente piensa en gozar al máximo junto a sus compañeras de su última participación en el evento deportivo organizado por la Corporación Deportiva Los Paisitas, pero, su hambre de protagonizar historia pura, también la lleva a tener un objetivo claro: colgarse la medalla de oro el próximo sábado 14 de enero, y ser recordada como una de las jugadoras más emblemáticas en la historia del certamen.

“Nos veo muy bien, somos muy unidas. Hemos avanzado mucho a comparación del año pasado”, declaró María Alejandra, respecto a la misión de Sidervolley La Estrella en su regreso al Coliseo Yesid Santos, escenario que alberga el tablado en el que, según la misma jugadora de 12 años de edad, puede despejar su mente y olvidar todos sus problemas, y del cual se enamoró luego de que una de sus amigas la invitara a jugar cuando tenía 6 años.

Al realizar un corto viaje al pasado, María Alejandra recordó su primera participación en el Babyvoleibol y, a su vez, logró identificar el gran avance que ha tenido tanto en el aspecto deportivo como en el de su personalidad. “En mi primer año casi no jugué, me sentí muy nerviosa porque era mi primera vez, pero en esta edición ya me siento mucho más relajada, estoy con mucha confianza”, afirmó la voleibolista de Sidervolley, club que considera como una segunda familia.

Finalmente, adentrándose en el sentimiento de la nostalgia que genera saber que esta es su última actuación en el Festival de Festivales, María Alejandra Zambrano se refirió al amor y sentido de pertenencia que siente hacia el Babyvoleibol: “el Festival me ha dado muchas cosas”, declaración corta pero que realizó con una gran sonrisa en su rostro, la cual permitió identificar, en este caso, que sus sentimientos se quedan cortos en el transmitir de sus palabras.