Por: Luisa María Gallo García
Fotografía por: Andrés Ángel
En medio de voces masculinas, gruesas y fuertes, se escucha la voz suave y potente de Yoliseth Palacios dándole indicaciones a los niños: “Sosténgalo. Avance. Llegue aquí”. Cada que suena el silbato, los jugadores de camiseta anaranjada de Apartadó se reúnen en torno a ella y la miran atentos.
A pesar de que su entrenadora ha asistido 3 veces al Festival de Festivales, los 12 niños del Urabá participan por primera vez como equipo. De entrenar fútbol se han reunido para reconocer las variantes que tiene con el fútbol de salón, aprendiendo nuevas posiciones y técnicas.
“No pensaba presentarme a las eliminatorias, pues todo el año estuve pendiente del proceso de mi mamá que tiene cáncer de cerebro, estuvo hospitalizada en Urabá y dos meses en Rionegro. Pero el gerente del Imder me propuso crear un equipo con niños de otros clubes y aquí estamos” cuenta Yoliseth.
Las otras dos mujeres que conforman junto a ella el cuerpo técnico no pudieron llegar a Medellín por motivos familiares. Aunque está dirigiendo sola, se siente respaldada por los jugadores y por sus papás, que están felices de ver a sus hijos en este deporte. Ser una mujer en medio de tantos hombres le hace sentir fuerza, la cual ha ido creciendo durante los seis años de experiencia acompañando el proceso de jóvenes futbolistas.
Un mes y medio antes de llegar a la primera fecha de este Festival de Babymicro Comfenalco se reunieron los jugadores a entrenar. Yoliseth volvió a la cancha, y advirtiendo las circunstancias que le permitirían estar nuevamente en la capital antioqueña, disipó sus temores para animar a su nuevo equipo.