Entre cadenas, manillas y un estilo que mezcla lo urbano con lo deportivo, Arrieta convierte cada juego en un espectáculo donde su amor por el béisbol brilla tanto como su talento en el Festival.
Foto: Camilo Ramírez
Por: Dairo Andrés Pérez Pabón
En el diamante del Babybéisbol, José Daniel Arrieta destaca no solo por su habilidad en el campo, sino por el flow que lleva en cada jugada. Este deportista de 12 años, jugador del equipo Rorro Escobar, de Montería, ha encontrado en el deporte de la pelota caliente un refugio y una motivación que lo impulsa a seguir adelante.
Su pasión por el béisbol comenzó cuando apenas tenía 4 años, inspirado por su padre y abuelo, quienes también fueron jugadores. Sin embargo, un año fuera del béisbol, debido a la separación de sus padres, puso a prueba su determinación. Al regresar, lo hizo con más fuerza, demostrando que su lugar está en el campo.
José Daniel es un jugador versátil: domina cualquier posición en el left field y también brilla como pitcher o catcher. Su estilo, influenciado por su ídolo Jazz Chisholm Jr., lo hace único en el torneo. Las cadenas y manillas que porta no son simples accesorios; para él, representan su confianza y esencia dentro del terreno de juego.
Su sueño de firmar con un equipo profesional y llegar a las Grandes Ligas lo motiva a entrenar sin descanso. Sabe que el camino es largo, pero está convencido de que, con esfuerzo y dedicación, podrá llevar a su equipo a la victoria y alcanzar sus objetivos. “Mi meta es ser campeón, darlo todo por mis compañeros y demostrar que puedo llegar lejos en este deporte”, afirmó con orgullo.
En cada batazo y cada jugada, este monteriano deja en claro que el béisbol no es solo un deporte para él: es su identidad, su pasión y el motor de sus sueños.
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