Por: Tatiana Gómez Quiceno
La tribuna oriental vibra con la alegría del Club El Bagre. Con una sonrisa Mariana Correa Arango asegura que su entrenador es el mejor: “él siempre nos tranquiliza, antes de salir jugamos y así entramos con menos nervios”.
Entusiasmo y ganas le sobran a este equipo. Al entrar al terreno de juego empiezan las dinámicas como parte de su protocolo antes de iniciar. María Camila Ortega, Sarai Uribe y Sofía Ramos inician su tradicional canto: “equipo déjale caer todo el peso, equipo déjale caer todo el peso”. Se siente la emoción, la pasión que cada una de las integrantes tiene hacía este deporte.
Mientras sus compañeras compiten, las demás no se sientan a esperar su turno, se paran y animan a su equipo, cuando el punto se lo lleva el rival su canto es: “no importa equipo no importa”, seguido por un abrazo grupal.
Al finalizar el juego el Club El Bagre sale vencedor, sus gritos de felicidad esta vez son más fuertes, terminan como iniciaron: cantando, bailando y haciendo sus tradicionales dinámicas. Alex Mena, entrenador del Club El Bagre, expresa que el voleibol es algo que lleva en el corazón, “actitud mucha actitud hay que tener en este juego”, manifiesta.