La “eterna” capitana del Club Guerreros de Barranquillera

Foto Jose David Chalarca Suescum

Por Jose David Chalarca Suescum

La historia de Keren Bertel Montesino con el baloncesto y el Club Guerreros de Barranquilla es un amor a primera vista y de esfuerzo más allá de lo físico.

Desde que tenía 6 años, la entonces y actual capitana del equipo proveniente de ‘la Arenosa’, integra las filas de uno de los equipos más representativos del baloncesto femenino en el Atlántico, y es una de las esperanzas del equipo dirigido por Owen Bertel para llevarse el título a Barranquilla.

Esta es la segunda participación en el Festival de Festivales de la armadora y alera que porta la camiseta número 8. A Keren le llamó la atención del baloncesto su exigencia física, aunque también la complejidad misma para entenderlo: “es un deporte que requiere mucho contacto, pero también mucha inteligencia. Te hace pensar que es un deporte muy completo y uno lo aprende a amar”, expresó.

Cada uno de los integrantes de su familia ha aportado una pieza importante en el rompecabezas de su desarrollo como basquetbolista. Su papá la ha ayudado con el entrenamiento y la motiva a realizar sus ejercicios personalizados, mientras que su mamá la potenció con la fuerza mental de una guerrera y su hermana la ha apoyado con más lo necesitó.

Gracias a ellos, a su entrenador y los torneos nacionales que ha disputado, Keren aprendió a liderar a su equipo en los momentos más cruciales del partido, tanto en defensa como en ataque.

Es por su trabajo y esfuerzo duro que logró ser campeona del torneo nacional Sub12 en Montelíbano, y de años más tarde en Barranquilla con el Club Guerreros. Sin embargo, esta competición no ha sido nada fácil para ella, pues una lesión en el tobillo, en el segundo partido de la fase preliminar, dejó por fuera a la joven capitana por varios días.

Aun así, reconociendo el riesgo que significaba, Keren recordó las palabras de su mamá y volvió con cierta molestia para liderar a su equipo en unos cuartos de final apretados contra el Club Esgambas de Bogotá, uno de los conjuntos más aguerridos del Festival de Babybaloncesto Comfenalco, y que terminó a favor para el elenco barranquillero por 40 a 39.

“El profe nos dijo que teníamos que sonreír. Y eso nos hace ver el juego de otra manera, como si no fuera una carga. Les dije a las muchachas: ‘cálmense, es un juego; sonrían’”, recordó Bertel.