Por: Tatiana Gómez Quiceno
Fotografía por: Andrés Ángel
Antes de salir a competencia el Club Ciclo Rades encomienda su equipo a Dios, la fe es el pilar fundamental de este equipo y no es para menos: Girardota, el municipio que representan, es un pueblo religioso al que llegan miles de personas de afuera para pagar sus promesas al Señor Caído.
La señal de la santa cruz para algunos es indispensable: “los niños se preparan tanto en el ámbito deportivo como espiritual”, expresa Juan Pablo Rúa, entrenador del Club, quien además es fiel devoto al milagroso girardoteño.
María Camila Varela Henao de 10 años, una de las deportistas del club, asegura estar feliz por participar en el Babyciclismo: “Le dije al Señor Caído que hoy tenía que ganar la competencia para que mis compañeros fueran felices, yo le tengo mucha fe a él, cuando salgo de recibir la hostia sagrada, voy a orarle y le pido por mi familia”, dice ella.
Por otra parte, Andrés David Saldarriaga manifiesta lo que logró su fe, pues nunca había ganado una rifa hasta que en las novenas de navidad se llevó el premio: “fue gracias a Dios y los santos, yo siempre le pido para que me ayuden en competencia y esta vez me ayudo en la rifa”, dice. Su hermano Daniel, quien también está en la competencia agrega: “Me gusta mucho el deporte, yo un día fui a la iglesia y le pedí al Señor Caído fortaleza y me fue muy bien”.
El amor por el deporte y la fe son los encargados de unir a este equipo, quienes se sienten orgullosos de participar en el Babyciclismo organizado por la Corporación los Paisitas.