La responsabilidad más grande para la más pequeña

Foto  Melissa Gualdrón Cañizares

Por Melissa Gualdrón Cañizares

Ser la jugadora más pequeña no es algo que le asuste a María José, por el contrario, es una motivación extra para demostrar todo su talento en la cancha. La número 2 del Club Deportivo F.G.L vino desde San Pedro de Urabá con el sueño de llevarse el triunfo en el Festival de Festivales, y aunque esta no obtuvo lo que esperaba, dice que se siente muy feliz por la experiencia que pudo vivir.

“Me ha parecido un gran torneo, estoy compartiendo con mis amigas y disfrutando mucho los partidos. Para mí, el voleibol es una forma de animarse, uno se siente muy bien cuando está jugando y las compañeras le dicen cosas lindas, eso sube la energía”, cuenta la voleibolista.

Es la primera vez que sale a competir y no solo vive la fiesta del Babyvoleibol Comfama como jugadora, sino también como capitana de su equipo. Siente que este es un rol muy importante porque ella es la encargada de mantener a sus compañeras con el ánimo arriba, de impulsarlas a luchar hasta el final: “-sube, sube, sube equipo, sube- es mi porra favorita. Me gusta porque siento que ayuda a mis amigas a hacer mejor las cosas, nos mantiene concentradas y unidas”, dice.

María José Herrera dice que lo que siente mientras juega es inexplicable. Con una sonrisa en el rostro piensa en cada partido, pero no logra poner en palabras sus emociones. La más pequeña del equipo se siente gigante cada vez que sale a la cancha, y a las jugadoras del F.G.L nunca les faltan los abrazos y palabras de aliento de su “capi”.