Talento y pasión que inspiran a alguien que está en el cielo

Foto: Emmanuel Rivera

Por: Emmanuel Rivera

Febe Alejandra Barrera con 13 años ha encontrado en el Babybaloncesto un espacio donde su talento y pasión brillan, mientras lleva consigo el recuerdo de una persona que nunca la vio jugar: su madre. Aunque su vida dio un giro importante cuando ella partió hace dos años, el baloncesto se ha convertido en un refugio y un motor que la impulsa a seguir adelante y a alcanzar sus sueños.

Febe descubrió el baloncesto a través de su colegio, después de comenzar en atletismo. Fue el apoyo de su entrenadora, Yenni Morales, su padre, Sebastián Barrera, y su hermano lo que la animó a sumergirse en el mundo de la pelota naranja. Sebastián no solo la anima y corrige en la práctica del deporte, sino que también le ha enseñado pequeños detalles importantes en su vida, como aprender a peinarse sola, fortaleciendo su confianza, amor y unión en su familia.

Ella quien recuerda la voz de su madre, que siempre la alentó a perseguir sus pasiones, aunque nunca pudo verla en la cancha. Esta ausencia, lejos de desmotivarla, se ha convertido en una fuerza que la inspira a dar lo mejor de sí misma en cada partido.

Además del baloncesto, Febe tiene otras pasiones que también la definen: el canto y el piano. Desde pequeña ha participado en los coros de su iglesia y se ha formado en la Academia Music, donde su disciplina y amor por la música son igualmente notables.

La fortaleza, talento y amor, son un ejemplo para Febe de como el baloncesto y el canto pueden ser una forma de honrar el recuerdo de un ser querido. Demostrando que los sueños, impulsados por el amor y la dedicación, pueden seguir adelante, aún cuando aquellos que nos impulsaron no estén presentes para verlo.