Los esgrimistas de 11 años, se consagraron como campeones en el Festival de Festivales 2025 en la categoría M13, modalidad de espada, tras una final aguerrida y llena de emociones.
Foto: Camilo Zuluaga Builes Vélez
Por: Camilo Zuluaga Builes Vélez
Simón Orozco empezó a practicar la esgrima desde enero del año pasado y esto no ha sido ningún impedimento para no medirse y triunfar sobre otros esgrimistas que quizás tienen un recorrido más amplio. Y si bien es corto el tiempo que lleva practicando, ya ha participado en 3 Nacionales. Por otro lado, su compañero Teo Pineda cuenta con más práctica, pues en el 2021 inicio en la disciplina y ya cuenta con una amplia participación en torneos: 10 nacionales, en los que ha ganado 6 platas, 3 bronces y un oro.
El interés de Teo por practicar este deporte de combate con espadas nació tras ver una película con su padre; mientras que a Simón le llamaba la atención la estrategia e inteligencia que se debía emplear para ganar cada partida.
La dupla campeona reconoció lo complicado que fue la gran final “era muy complicado hacerles punto”, dijo Simón, pero las virtudes de ambos jugadores, Teo desde la estrategia y Simón desde su velocidad y agilidad, les sirvió para sacar una buena ventaja a pesar de la presión que se ejerció en el escenario. Curiosamente Teo y Simón se enfrentaron en la primera ronda eliminatoria de individuales; sin embargo, los puntos obtenidos en esta categoría eran destinados a la de duplas. En este enfrentamiento Teo salió vencedor, quedando además primero en la categoría; por su parte, Simón reconoce que le faltó ser más calmado para pensar qué hacer.
Esta dupla de calidosos sueña con llegar a los Juegos Olímpicos en equipos, dándole un reconocimiento más grande a Colombia, pero aún les quedan muchos peldaños y desafíos para alcanzar estás instancias. Teo cree que debe mejorar más el control de punta y Simón el desplazamiento de peligro.
Como todo gran deportista, siempre hay un motor o incentivo que sirve a modo de inspiración para alcanzar los objetivos que más se anhelan. Simón no tiene precisamente algún jugador específico que le sirva de ejemplo, pero es el amor hacia el mismo deporte que le ha servido como fuente inagotable de pasión para seguir entrenando. Por otro lado, Teo, quien también muestra mucho amor por él deporte, sí reconoce como máximo ejemplo a seguir a un jugador, el suizo Max Heinzer.
Teo y Simón, son dos individualidades fuertes que, combinadas, hacen del esgrima en el Festival de Festivales un deporte agradable y simple, denotando compañerismo pero sobre todo, una sincera amistad en la que se saca lo mejor el uno del otro.
