Fotografía de: René Tobón
Por: Verónica Múnera Ramírez
Mauricio Palomar es un fiel seguidor y admirador del ciclista hispano-colombiano Óscar Sevilla, caracterizado por ser fuerte en la escalada. Para él no hay otro mejor y quizá por eso es que está entrenando duro, para seguir sus pasos.
El pequeño no se pierde ni una sola carrera del ciclista. Es más, confiesa que sólo viéndolo por televisión aprende cosas para ponerlas en práctica cuando se monta en su “bici”.
Mauricio tiene 11 años, llegó desde Tenjo Cundinamarca a mostrar todas sus habilidades como escalador. Dice que para lograr ser bueno debe entrenar todos los días y por supuesto tener una buena alimentación. En su caso, por ejemplo, lo que más le gusta es el cocido boyacense, quizá no una comida muy liviana para antes de entrenar, pero si con mucha energía para destacarse en todas sus competencias.
La primera vez que compitió fue en la Carrera El Rosal, Cundinamarca, y para su felicidad fue el ganador del circuito de velocidad, logro con el que obtuvo herramientas para armar mejor su bicicleta. Desde entonces se ha dedicado por completo a este deporte, que para él representa felicidad y satisfacción.