Versatilidad dentro y fuera de las canchas

Foto Mateo Arroyave

Por Mateo Arroyave

Su amor y dedicación por el béisbol le han permitido protagonizar historia pura con tan solo 12 años. Matías Mesa Ramírez, jugador de Inder Envigado, se destacada por las diferentes cualidades que le permiten desarrollarse como persona y deportista.

Este chico ya ha alcanzado la “gloria eterna” en el Babybéisbol en dos oportunidades, y este dato es apenas un abrebocas del largo recorrido que ha tenido el receptor del conjunto naranja y blanco a lo largo de su vida.

Tal cual, la “pelota caliente” es su máxima pasión deportiva, pero esto no significa que Matías no tenga otros hobbies que, a su vez, quiere convertir en profesiones: “También me gusta bastante el fútbol porque exige mucha resistencia física”. Así, el joven que también hace las veces de primera base en el béisbol, cuenta con las capacidades suficientes para cumplir las funciones de arquero o lateral derecho en el balompié.

A su vez, como si su destreza con el bate y los guayos no fuese suficiente, Matías no se conforma con la creación de jonrones y pases a ras de piso. Con su intelecto, este protagonista también se desempeña como DJ, una profesión que actualmente estudia en una academia de música y que, según él mismo afirma, espera respaldar con los conocimientos que se adquieren al adentrarse en el mundo de la ingeniería de sonido.

De esta manera, con una serie de habilidades dignas de resaltar, Matías Mesa ve la décimo tercera edición del Babybéisbol Inder Medellín, como la oportunidad idónea para disfrutar al máximo su último Festival de Festivales: “espero que a mis compañeros también les vaya muy bien en las próximas ediciones”, recalcó, una afirmación que permite dar cuenta del espíritu de compañerismo que se reposa en su interior.