Autor: Rodrigo Pérez
Fotógrafo: Andrés Henao
Lo más rico a la orilla del río Magdalena es comerse un buen pescado, ojalá bocachico con sus respectivos acompañantes: una rica ensaladita, arrocito, patacón y una bebida bien helada. Sin embargo, a Mariángel Laguna Aguilar, campeona de una de las competencias del Festival de Ciclismo EPM, le encanta una comida oriunda de un país a miles de kilómetros de distancia de Puerto Berrío: el espagueti. Según ella, tiene la proteína necesaria para fortalecer su cuerpo y seguir dedicándose al deporte de las bielas.
Cuenta esta porteña de 9 años que desde el primer momento que vio una bicicleta se enamoró… así es el amor algunas veces: ¡a primera vista! Desde entonces ya han pasado 5 años. Es constante con sus entrenamientos día por medio para no perder la forma. Recorridos por el pueblo y algunas salidas cortas por carretera, hacen parte del itinerario que el entrenador don Enrique le programa. Lo admira por sus enseñanzas: “nos enseña cosas deportivas y humanas, que es lo que necesita todo deportista”, resalta Mariángel.
Vive con sus padres y hermana en ese bello municipio del Magdalena Medio antioqueño que en sus épocas más calurosas supera los 30 grados centígrados. Aunque es mucho, es agradable, da color y sabor. Quizá por eso baila en todas las presentaciones de su colegio, donde cursa cuarto grado de primaria.
Esta niña, de sonrisa agradable y para nada tímida no pierde su enfoque y vuelve a hablar de ciclismo: “Admiro a María Luisa Calle y a Mariana Pajón. Son unas guerreras y todo lo ganan. Algún día quiero ser como ellas”, dice.
Mariángel Laguna Aguilar, antes de despedir la entrevista, no pudo ocultar su felicidad cuando se arrimó María Antonia Londoño Rivera, otra campeona de la delegación de Puerto Berrío y con la que comparte casi todo en el pueblo. Es evidente el cariño que se tienen. Y hasta encuentra apoyo en ella cuando se le agotan las palabras. “Espaguetis, bicicleta, familia y mi pueblo”, se despidió la campeona.