Por: Verónica Múnera Ramírez
Sus 1.25 metros de estatura no han sido un problema para Mariana Serna Duque, pues es la número 10 en su equipo de El Santuario y, sin lugar a dudas, la encargada de poner las condiciones en cada partido: “la armadora tiene una responsabilidad muy grande porque es la responsable de estar en la mitad y recibir la mayoría de bolas”, explicó la niña.
Sus demás compañeras le llevan más de 15 centímetros de altura, pero ella se siente como la mejor dentro de la cancha, porque además de ser líder es la capitana del equipo y la que las motiva para que cada día sean mejores.
A sus 8 años decidió vincularse al voleibol con la ayuda de su mamá que siempre la ha acompañado en todo, incluso es la que la lleva a los entrenamientos de 2 horas los lunes, martes, jueves y sábado. El frío que hace en su municipio, El Santuario, no ha sido impedimento para que madrugue cada día a hacer lo que la apasiona, un compromiso que demuestra que donde hay amor, hay voluntad.
Esta es su tercera participación en el festival de voleibol, un espacio que le ha permitido sentirse grande aún siendo pequeña.