Por Jairo Piedrahita
En la década de los noventas, las canchas de Antioquia y del país se iluminaban con el juego de Juan Felipe Montoya Zapata, uno de los grandes armadores que ha dado esta tierra. Su velocidad, destreza con el balón, su mente clara al momento de hacer los pases, su frialdad al momento de cobrar tiros libres, le generaron un nombre de respeto en el baloncesto de Colombia.
Viendo jugar a Joseph Sebastián Martínez Patiño, jugador con la camiseta número 9 del Inder Medellín en este 12° Ponybaloncesto, pareciera que Juan Felipe volvió a las canchas. Es rápido, preciso, un líder dentro del terreno de juego… además, su contextura física ayuda en gran manera a la comparación.
Le apasiona este deporte. Quiere seguirle los pasos a un hermano ya fallecido, quien fue quien lo encaminó por este deporte. Por eso, cada juego es un homenaje para él.
Así como era Juan Felipe, su estado físico es envidiable, aptitud posible gracias a las jornadas de entrenamiento. Quiere, como casi todos los participantes en este torneo, llegar algún día a la gran carpa de la NBA.
Poca fortuna tuvo su equipo al caer eliminado perdiendo por un punto en la fase de Octavos de Final, pero dejaron una buena imagen de su juego y de la calidad de jugadores que poseen. Dice “Yo le quiero agradecer a toda la gente que nos estuvo acompañando durante el torneo, por estar alentándonos desde la tribuna. Esto es una gran familia”.