Fotografía: Luis Benavides
Por: Mateo Arroyave Díaz
El trabajo duro, las largas sesiones de entrenamiento, el lanzar una y otra vez para mejorar su mecánica de tiro, a tal punto que muchos pudieron llegar a pensar que todo ello era una perdida de tiempo, pero no, nada de esto fue en vano. Cada gota de sudor que derramó, cada grito de dolor que su cuerpo expresó, todos los pensamientos de frustración que llegaban luego de las malas actuaciones… todo ello era apenas el comienzo de una historia llena de éxitos.
Tanto esfuerzo puede llevar a que se quiera tirar la toalla en más de una ocasión, y más si eres un niño, pero, ¿si te dijeran que algún día serás el protagonista de la gloria eterna en el Festival de Festivales?, tal vez los deseos de abandonar el deporte nunca aparecerían. Luis Martínez nunca lo supo, pero sí tuvo siempre algo presente: jamás darse por vencido, las siembras finalmente han dado fruto, y el base de Vaqueros de Yopal marcó un antes y un después en su carrera deportiva.
Ganar la medalla de primer lugar, ser el máximo anotador del torneo y también hacerse con el premio de mejor rebotero, es algo que pocos pueden llegar a alcanzar. A sus 14 años, luego de dos experiencias participando en el Baby Baloncesto, el jugador de Casanare lo logró, cerrando además con broche de oro su participación en el Festival, no solo por sus 27 puntos, 16 rebotes y 4 asistencias en la final del certamen, sino también por liderar a su equipo en la cancha cuando el marcador estaba en su contra.
“Un logro demasiado grande porque en anteriores ediciones yo ya había asistido y no había logrado destacarme tanto”, declaró el base, minutos después de haber finalizado su último partido en la XVI edición de baloncesto en el Festival.
Sus 199 puntos conseguidos en tan solo ocho partidos son una muestra de la capacidad deportiva con la que cuenta Luis, hombre que se robó todas las miradas en la ceremonia de premiación realizada en el Iván de Bedout. Ahora, permaneciendo la búsqueda de alcanzar sus sueños, el jugador más destacado de Vaqueros seguirá esforzándose entrenamiento tras entrenamiento para así lograr su cometido: vestir la camiseta del seleccionado tricolor de mayores.