Una pasión que se lleva en la sangre

8 enero, 2017

Por Verónica Múnera

Para poder llegar a Medellín con toda su familia, desde Roldanillo, Valle del Cauca, Simón Sánchez tuvo que viajar por más de 7 horas y no solo eso, para conseguir el dinero sus padres decidieron vender sancocho, arroz con leche y hacer múltiples rifas.

“Para mí es importante que venga mi familia porque con ellos me siento más alegre y me motivan” dijo Simón, quien en todo momento se mostró feliz por hacer parte de la versión número 11 del Festival de Voleibol.

Hace 4 años fue su primera participación en el Festival de Festivales. En ese momento se convirtió en la sensación, pues era el más pequeño del equipo… hoy se destaca por ser un excelente defensa, muy rápido y efectivo. Esa técnica se la debe a su padre Harold, que además de ser su apoyo incondicional es el entrenador del equipo de voleibol de Roldanillo. “Él es un excelente jugador, pero siempre le he enseñado que ante todo se es persona humilde y luego sí se puede pensar en ser el mejor… me toca frenarlo muchas veces porque cree que tiene algún tipo de consideración y con todos los niños soy igual de exigente”, expresa Harold.

Simón es un niño de 10 años que sueña con quedar campeón con su equipo y dejar huella en los 2 años que le quedan para hacer parte de esta fiesta deportiva.