Por: Jessica Cano
Fotografía por: Andrés Henao
¿Qué se necesita para ser un gran deportista? “Apoyo”, contesta Isabella Murillo Isaza, jugadora del equipo Thunder en el Festival Babyvoleibol Confama. Y es cierto, por lo menos en esta historia, el apoyo ha sido un elemento fundamental para ella.
Según cuenta su entrenador Josué Mosquera, a Isabella la conocieron en un partido amistoso en Marinilla. Ella, con la iniciativa que la caracteriza, se acercó y preguntó cómo podía ser parte del equipo Thunder… la respuesta fue que con recursos económicos, ella no los tenía, pero sí dio con la fortuna de contar con entrenador que vio sus talentos e hizo lo posible para becarla, y lo logró.
“Lo que nos interesa es que ella crezca como deportista y como persona, tiene las condiciones para ser una gran jugadora, y en el poco tiempo que lleva preparándose el proceso ha sido fructífero, ha mejorado en la parte física, técnica y en la táctica” dice Josué, y es que en la cancha se le ve jugando a Isabella sin temor ni timidez, clava el balón duro, bloquea y gana puntos con su equipo constantemente.
El objetivo principal de su entrenador es lograr que ella juegue inicialmente en la Selección Antioquia, luego en una Selección Nacional y posteriormente comience a participar en torneos internacionales. El próximo escalón es que obtenga una beca en Estados Unidos, que algún coach la vea jugar y la convoque, y para eso ya comenzaron a trabajar: a mitad de año viajarán a un torneo en el respectivo país y están recolectando los recursos para llevar a Isabella, con ayuda de un padre del equipo y la venta de boletas van sumando la cantidad que necesitan para que ella viaje. “Yo apoyo a Isa porque yo crecí como ella, y a mí me apoyaron en su momento, hacer lo mismo con ella es una forma de retribuir lo que hicieron por mi” dice Josué.
Isabella es una niña que muestra interés por avanzar, es una jugadora comprometida con su deporte, no falta a ningún entrenamiento y cuenta con el apoyo de aquellos que creen en su talento, los profes del equipo la recogen todos los días en la estación Poblado y la llevan a entrenar y así mismo los padres de sus compañeras la vuelven a dejar en el Metro al finalizar: “A mí me dijeron que yo no podía salir adelante, y yo quiero demostrar que sí puedo, todo se puede si uno tiene la mente concentrada en echar pa´ adelante”, dice finalmente Isabella.