Por: Natalia Cardona
Para Anderson Mosquera el voleibol es un estilo de vida, una pasión que se lleva en la sangre y su oportunidad de ser alguien en la vida, aunque no siempre pensó de esta manera. Este joven de 14 años es hoy uno de los integrantes de la Selección Antioquia de Voleibol, pero hasta hace algunos años Anderson estaba más interesado en el fútbol.
La entrenadora en el equipo de Urabá, Sandra María Tascón, cuenta con orgullo la historia de su pupilo. Dice que fue todo un proceso lograr que Anderson se interesara por este deporte… tenía que perseguirlo, persuadirlo e incluso ir hasta su casa para lograr llevarlo a los entrenamientos.
Sin embargo, todo cambió en el año 2013 cuando Anderson debutó en su primer torneo Ponyvoleibol. “Vi que era bueno, sobresalía entre mis compañeros y era un evento grande”, anota el chico con una sonrisa picarezca. Quedó encantando y en el año 2014 volvió a participar, esa vez con mucho más cariño y disciplina en el deporte.
La experiencia no sólo convirtió a Anderson en un gran voleibolista sino que también ayudó a que su desempeño académico se potenciara y sus notas en el colegio mejorarán. Fue convocado a la selección Antioquia en el año 2015, y en esta X versión del Festival Ponyvoleibol no pude jugar por su edad, pero ya es el asistente del que alguna vez fue su equipo: Urabá.
Dice que aunque ahora no tiene tanta vida social, se siente feliz y orgulloso de haber seguido el camino del deporte. Este joven urabeño sueña con seguir los pasos de su coterráneo Alexander Moreno, ser convocado al combinado nacional, jugar en el exterior y llegar al medio profesional practicando el deporte que ama.