Por: Estefanía Zapata Mardini
Un partido de la NBA fue el culpable para que Michael pudiera conocer el baloncesto, deporte que ha cambiado su vida hace más de tres años. Así lo cuenta el oriundo del Valle del Cauca, quien a sus trece años representa al Club Pollitos de Chocó en el Festival de Festivales 2019.
Su historia comenzó con el apoyo de su madre Sandra Milena Ortiz, quien ha sido incondicional desde que Michael Palacio Ortiz tuvo una pelota de baloncesto en sus manos. Cuenta con gran emoción que a pesar de su situación económica, el pequeño ha tenido la oportunidad de participar en diferentes competencias a nivel nacional, demostrando su talento para jugar el deporte de la pelota naranja.
Los 1.75 metros de estatura evidencian las grandes oportunidades que tiene Michael para seguir trabajando por su carrera deportiva. Su principal expectativa en esta versión del Festival de Babybaloncesto es llevarse la estatuilla de mejor jugador de la competencia.
Así, Michael quiere seguir escalando logros para obtener una estabilidad tanto deportiva como económica y así poder sacar a su madre adelante y poderle recompensar toda la ayuda brindada durante todo este tiempo.